El Papa Francisco envió un telegrama al arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, demostrando su amor hacía sus hermanos afectados por las inundaciones. Francisco dijo que estaba rezando por los fallecidos y sus familias, así como por los sobrevivientes de las inundaciones.
A su vez pidió " a las instituciones civiles y eclesiásticas, así como a todas las personas de buena voluntad, a que en un espíritu de caridad y de solidaridad cristiana provean la ayuda necesaria a quienes han perdido sus casas o pertenencias personales".
Juan Pablo Antenucci.
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